Mi camaleón

Como no puedo estar parada, esta vez os traigo otro broche de fieltro. Mi camaleón.

 

No será el ultimo bichillo que me haga en fieltro para poner en la solapa. Le he sacado una foto para que vierais como queda sobre la sudadera que traía puesta, pero creo que me va a gustar más en un jersey de cuello vuelto.

 

Recibiendo al frío con alegría.

 

 

El cuadro de Laia

La verdad es que este ha sido el cuadro más ajetreado que he hecho jamás. Se ha venido conmigo de mudanza en mudanza, mientras yo cruzaba los dedos para que no se estropease.

 

Por fín conseguí entregarlo, en perfectas condiciones, junto con el de su hermana Ana, que os colgaré otro día.

 

Como soy un desastre una vez más se me olvidó sacar una foto al resultado final con sus marcos haciendo juego en blanco con los bordes en lila, pero os puedo enseñar las letras una a una y el conjunto antes de enmarcar.

 

Espero que os guste tanto como parece que le gustó a Laia. Me encantó que fuese un poco mayor y lo pudiese apreciar, y no fuese algo que ha visto colgado en su casa desde que era un bebé.

 

La cama de Rubio

Hace una temporada os dije que la próxima entrada que os iba a escribir sería la cama que le estaba haciendo a mi perrito.

 

Hoy ya os la puedo enseñar, en las fotos no la podéis ver en todo su esplendor porque el dueño de la cama se empeñó en que tenía que salir en la foto.

 

Casi mejor, porque recién estrenada decidió que había que entrar en ella con las patas llenas de barro...

 

La cama es bastante grande, porque mi perro es mediano/grande, y normalmente duerme hecho un ovillo y no la ocupa entera, pero cuando se estira, tiene las patucas muy largas.

 

Os cuelgo unos detalles de la decoración que están hechos con fieltro de colores.

 

El broche de Iris

Empecé este blog para poder colgar en él todo lo que no cabía en el de cocina, pero parece que solo me dedico a los cuadros de bebé a punto de cruz.

 

Hoy os traigo algo diferente para que podáis ver que tengo mas quehaceres.

 

Tenía un montón de recortes de fieltro en mi casa que compré hace tres años, cuando aún era soltera... y el otro día buscando tela Panamá para bordar aparecieron, así que los tenía bien presentes en mi mente, cuando me enteré de la feliz noticia de que mi amiga Iris había acabado su curso de higienista dental.

 

Desde aquí un ole enorme para todas aquellas personas que siendo su profesión otra, se atreven a dar el salto de aprender algo nuevo para abrirse nuevos nichos de empleo, y encima estudiar a la vez trabajan, me descubro.

 

Así que decidí que mi primer broche sería para ella, y como no es un diente sonriente, para que sea la higienista más molona de la clínica. No seáis muy crueles al juzgarme que es el primer broche, iré mejorando.

 

 

En la próxima entrega me dedicaré al reciclaje, os voy a enseñar la camita de mi perro echa con pantalones vaqueros viejos.

 

Carmen

Este es uno de los cuadros más antiguos que tengo a punto de cruz, de hecho Carmen ya tiene 5 añazos, y es tan mayor que ha llevado ya las arras de mi boda como toda una profesional, quien me lo iba a decir a mi cuando bordé este cuadro.

 

No tuve la picardía de sacar una foto ya enmarcado, pero tengo las fotos finales del bordado.

 

Aquí lo podéis ver en bruto digamos, con las líneas de guía que me toca coser antes de ponerme a bordar para definir margenes y espaciados, porque si haces mal esto, después descoser es difícil porque la tela queda muy marcada.

 

Inés

Y pasa el tiempo y la familia de amigos va creciendo, se nota que están colaborando mucho en la natalidad de España.

Hace unos meses nació la pequeña Inés, me encantó su nombre, por cortito, por llevar la letra i, y por ser un nombre poco habitual sin ser un nombre raro. Alejado de las Lauras, Marías, Saras… Me pareció una elección estupenda

Esta vez se bordó en amarillo porque la habitación de la pequeña era de ese color.

Os pongo unas fotos, tanto del cuadro acabado como de las letras una por una. Espero que tengas una vida muy feliz pequeña Inés.

 

Sofía ya tiene un año

Otro ejemplo de cuadros a punto de cruz. Esta vez es el de mi sobrina Sofía.
 

Creo que este es el cuadro que he bordado a más velocidad en mi vida, puesto que sus papás no querían saber cual era el sexo del bebé, con lo que hasta ultima hora no se supo si teníamos un niño o una niña, y tampoco dijeron los nombres.
 

Así que un 26 de diciembre me puse a bordar, y el cuadro estuvo listo para el día 4 a primera hora de la mañana. La pena es que no me lo encuadraban a tiempo para entregarlo en reyes acabado.

Creo que el resultado mereció la pena.
 

Ahora me estoy planteando ser totalmente autosuficiente y aprender a hacer los enmarcados...al tiempo.