La verdad es que este ha sido el cuadro más ajetreado que he hecho jamás. Se ha venido conmigo de mudanza en mudanza, mientras yo cruzaba los dedos para que no se estropease.
Por fín conseguí entregarlo, en perfectas condiciones, junto con el de su hermana Ana, que os colgaré otro día.
Como soy un desastre una vez más se me olvidó sacar una foto al resultado final con sus marcos haciendo juego en blanco con los bordes en lila, pero os puedo enseñar las letras una a una y el conjunto antes de enmarcar.
Espero que os guste tanto como parece que le gustó a Laia. Me encantó que fuese un poco mayor y lo pudiese apreciar, y no fuese algo que ha visto colgado en su casa desde que era un bebé.
